El sedentarismo es la verdadera pandemia

La pandemia del COVID-19 ha sido una crisis de salud sin precedentes en todo el mundo. Y a pesar de que el virus ha cobrado miles de vidas, el sedentarismo juega un papel trascendental en la gravedad de la infección.

Para entender el significado de estar saludable debemos tener claro el concepto de salud. La OMS (Organización Mundial de la Salud) define a la salud como: “un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Así, para lograr un estado de completo bienestar, la actividad física es fundamental. Nuestra biología requiere suficiente actividad física para funcionar con normalidad. Sin actividad física nuestros músculos se atrofian, el sistema cardiovascular se debilita, el cerebro no funciona correctamente, el sistema linfático reduce su actividad y el sistema inmune es menos efectivo.

Por otra parte, el sedentarismo, más que un modo de vida de poco movimiento, es un estado que trae consigo afectaciones a todo aquello que nos compone como seres humanos, llevándonos a padecer enfermedades como: obesidad, diabetes, hipertensión arterial, depresión, ansiedad, entre otros.

Durante la pandemia de COVID 19, nos ha quedado claro que mantener hábitos saludables nos protege de los riesgos que implica contraer el virus. Sin embargo, los datos reportados siguen siendo alarmantes pues indican que las personas con enfermedades crónicas son más propensas o tienen mayor riesgo de muerte al contagiarse de COVID 19. Con el pasar del tiempo, sabemos que esta pandemia acabará, sin embargo, las consecuencias de esta enfermedad seguirán presentes y en aumento.

¿Qué relación hay entre el sedentarismo y el COVID?

Según un nuevo estudio publicado por el British Journal of Sports Medicine, en donde participaron más de 50.000 pacientes, la falta de ejercicio está asociada con un mayor riesgo de desarrollar una forma más grave de la enfermedad COVID-19 y de morir como consecuencia de ella.

Los resultados mostraron que las personas que habían estado físicamente inactivas durante al menos dos años antes de la pandemia tenían más probabilidades de ser hospitalizadas, de necesitar cuidados intensivos y de fallecer por COVID-19 en comparación con los pacientes que mantenían una actividad física.

Entre los mayores factores de riesgo de sufrir una enfermedad grave, solamente la edad avanzada y el historial de trasplante de órganos superan a la inactividad física, según los investigadores.

De hecho, frente a otros factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer, “la inactividad física fue el factor de riesgo más importante en todos los resultados”, recalcaron.

Por lo general, quienes sufrieron un cauce de la enfermedad más grave eran los pacientes con edad avanzada, de sexo masculino y con algunas patologías preexistentes, como diabetes, obesidad o enfermedades cardiovasculares.

 

Se calcula que en 20 años , 1 de cada 3 personas tendrá diabetes y más de el 80% de la población será obesa.

 

Esperanza de vida vs. Calidad de vida en Ecuador

Si bien la esperanza de vida en Ecuador ha incrementado – en hombres es de 74 años y, en mujeres, de 79 – la calidad de vida ha disminuido completamente, observando que 8 de cada 10 adultos mayores necesitan soporte para realizar movimientos y al menos 4 medicamentos para cada una de sus afecciones.

Asimismo, se calcula que en 20 años , 1 de cada 3 personas tendrá diabetes y más de el 80% de la población será obesa. Con estas estadísticas la pregunta que debemos hacernos es ¿por qué esperar más para empezar a tomar conciencia sobre el verdadero problema que acarrea el sedentarismo?

En la actualidad, está demostrado que la actividad física ayuda a disminuir niveles de glucosa, insulina, colesterol, triglicéridos, etc., nos protege de padecer enfermedades y además nos ayuda a producir hormonas de la felicidad como dopamina, oxitocina y serotonina. Es decir, la actividad física producirá un balance físico, mental y espiritual que es de lo que verdaderamente se trata la salud.

Destacado 1:

Entre los mayores factores de riesgo de sufrir una enfermedad grave, solamente la edad avanzada y el historial de trasplante de órganos superan a la inactividad física, según los investigadores.

  • Riesgos de tener un estilo de vida sedentario
  • Obesidad
  • Enfermedades del corazón, incluyendo enfermedad coronaria e infarto
  • Presión arterial alta
  • Colesterol alto
  • Accidente cerebrovascular
  • Síndrome metabólico
  • Diabetes tipo 2
  • iertos tipos de cáncer, incluidos los de colon, seno y de útero
  • Osteoporosis y caídas
  • Aumento de sentimientos de depresión y ansiedad

Recomendaciones

  • Cumplir con las pautas de actividad física (es decir, 180 min / día para niños menores de 5 años, 60 min / día para niños y adolescentes, y 30 min / día para adultos mayores de 18 años) o caminar durante el día para acumular ≥ 7,500 pasos / día.
  • Romper períodos prolongados de tiempo sedentario (p. Ej., Ponerse de pie y caminar cada 20-30 minutos sentado)
  • Realización de ejercicios de fuerza para preservar la fuerza muscular y la masa muscular, incluidos ejercicios de múltiples articulaciones (p. Ej., Sentadillas, peso muerto, patrones de movimiento de empujar y traccionar).
  • Usar rutinas de entrenamiento de circuito o ejercicio aeróbico que involucre grupos musculares importantes para aumentar la frecuencia cardíaca y la ventilación y preservar la aptitud cardiorrespiratoria.
  • Si está en el trabajo, se recomienda realizar pausas activas, levantarse cada 30 minutos y caminar, evita incluso, trastornos multiesqueléticos que comúnmente se generan en espalda, cuello y hombros, resultado de permanecer en la misma posición y con la misma postura por largos periodos del tiempo.


Nota redactada por Dr. David Castro