Conoce cómo recuperarte de una Lesión Deportiva

Tras sufrir una lesión deportiva o relacionada con el ejercicio físico, es común buscar alivio y recuperación rápida. Durante años, el uso de hielo, reposo y antiinflamatorios ha sido el tratamiento más recomendado. Sin embargo, nuevos estudios cuestionan la eficacia de estas prácticas.

El proceso inflamatorio que sigue a una lesión tiene un propósito vital: aumentar el suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos para mejorar la recuperación. Interrumpir este proceso de manera artificial puede tener consecuencias negativas y alargar el tiempo de recuperación. Por tanto, inhibir los mecanismos que generan inflamación no es aconsejable.

En cuanto al uso de hielo, su efectividad también se ha puesto en duda. Aunque puede reducir los efectos secundarios gastrointestinales en comparación con los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), es mejor permitir que el proceso inflamatorio siga su curso natural. Utilizar analgésicos solo para enmascarar el dolor extremo podría no ser la mejor opción.

 

 

El reposo también debe ser reconsiderado. Si bien es importante cuidar la zona lesionada y evitar esfuerzos excesivos, el reposo total no suele ser la mejor idea. Comenzar a activar la zona afectada con precaución y siguiendo las indicaciones de especialistas puede contribuir a una recuperación más rápida y eficiente.

En caso de lesiones más graves, se puede buscar movilizar otras partes del cuerpo no afectadas para mantener la eficiencia de la fisiología y acelerar el proceso de recuperación.

La clave para una recuperación exitosa es siempre contar con la supervisión de especialistas. De esta manera, se puede adaptar el trabajo, ejercicios y carga de forma óptima, reduciendo el riesgo de recaídas. ¡Tu salud es lo más importante!