
Inmunonutrición: inmunidad y nutrición para la vida diaria
El COVID-19 ha llegado para quedarse y para enseñarnos algo valioso: no somos eternos, somos pequeños mundos constituidos por muchas células capaces de generar algo maravilloso como la defensa mediada por nuestro sistema inmune. Por ello, la inmunonutrición juega un papel fundamental a la hora de fortalecer y defender nuestro organismo ante nuevos virus y otras enfermedades. Camila Vela, nutricionista humana, nos cuenta qué es la inmunonutrición y la importancia de los alimentos que consumimos diariamente.
La inmunonutrición es la ciencia que se encarga de estudiar la relación entre los nutrientes que consumimos y la inmunidad de nuestro cuerpo, con todo lo que ello significa. Es decir, los objetivos de la inmunonutrición son conocer y estudiar los marcadores inmunológicos asociados al estado nutricional y entender como los distintos compuestos presentes en los alimentos influyen en el sistema inmune que desarrolla el cuerpo frente a virus, bacterias, alérgenos toxinas, células malignas, entre otros.
La inmunonutrición explora cómo funciona nuestra alimentación. A través de su comprensión, las personas podrán fortalecer su inmunidad, elevando células natural killers (NK), interferón, glóbulos blancos, mucosa intestinal, entre otros. Por ello, desde pequeños es fundamental mejorar nuestros hábitos alimenticios, pues mientras menos sea la ingesta de alimentos inflamatorios, mejor va a ser la respuesta de inmunidad de nuestro cuerpo.
Así, muchas de las respuestas inflamatorias provocadas por nuestro organismo son naturales. Por ejemplo, la fiebre es el resultado de una infección viral, sin embargo, no es más que la respuesta fisiológica natural del cuerpo para ayudarlo a combatir el virus. Dicho esto, debemos ser conscientes de que no podemos vivir en estados inflamatorios durante toda la vida.
Así, cuando las personas consumen alimentos inflamatorios, lentamente van generando células que acumulan metales pesados como el plomo y el mercurio, mismas que se encuentran en pescados enlatados como por ejemplo, el atún. De igual forma, la carne de res y de cerdo son altamente inflamatorios y asimismo, causan indigestión.
El gluten, por su parte, es una proteína que comúnmente encontramos en los carbohidratos procesados, especialmente los que están elaborados en base a trigo, cebada, centeno y avena, puede causar permeabilidad intestinal. La permeabilidad intestinal es una inflamación de las células del intestino que provoca pérdida de nutrientes y vitaminas esenciales para un adecuado funcionamiento de nuestro cuerpo, dando lugar a numerosas enfermedades.
Asimismo, los lácteos, y específicamente la caseína (la proteína de la leche que nos inflama), el azúcar refinada comúnmente encontrada en dulces, bebidas azucaradas, entre otros, también son insumos que pueden causar permeabilidad intestinal y que consumidos en exceso, pueden derivar en muchas enfermedades causadas por el síndrome de mala absorción, que se traduce en la incapacidad de las células de absorber vitaminas y minerales provenientes de la comida, generando patologías como: colon irritable, estreñimiento, acné, piel rosácea y desordenes hormonales, entre otros.
El tener una inflamación crónica y sistémica, evoluciona en una disminución de acción del sistema inmune, haciéndolo más vulnerable ante enfermedades y virus como el SARS-CoV2 (19).
Alimentos como los que mencionamos en la siguiente lista son moduladores de la inflamación y mejoran nuestro sistema inmune:
- Cúrcuma: modula la inflamación mediadas por citokinas
- Apio y el pepino: actúan a nivel del ctiocromo P450. Asimismo, remueven las toxinas y los metales pesados que de acumulan en el hígado.
- Frutos rojos: frambuesas, frutillas, moras, entre otras bayas, son altas en antioxidantes y ayudan a combatir radicales libres.
Debo destacar también la importancia de los oligoelementos que tenemos a la mano, los mismos que ayudan de una manera u otra, a mejorar y elevar nuestro sistema inmune. El glutatión, la vitamina C, la vitamina D3, el calostro bovino, la ecchinacea, la quercetina, vitamina b12, son solo algunos de los suplementos que también han demostrado su eficacia para mejorar y subir las defensas del organismo y juegan un papel sumamente relevante a la hora de elevar y mejorar el sistema inmune.